Ya nos hemos cansado de ver la misma sonrisa congelada
de escuchar los mismos engaños por el dos
de caminar y ver las paredes empapeladas
con las mismas miserias y promesas arrinconadas
es hora de exigir la libertad merecida
el goce del corazón acumulado de tanta desgracia anaranjada
El poder jamás ha de cerrarse para algunos
mas debe abrir sus manos
para coger a sus hijos
La fuerza se hace de los labios
que crea la fuerza de alzar la voz
del respeto a los hermanos
Mujeres y hombres ya en las calles
impidiendo vuelva el horror de la muerte
la cárcel injusta del obrero
la esterilización forzada de la madre
todo encerrado en un dictadura
que desea renacer
Una década pasada de tormentos
muchas lágrimas derramadas
muchos injustos olvidados
pocos culpables condenados
La fría mirada de una mujer
que tapa fácilmente el crimen
de su padre
La fría mirada de un grupo
a la atenta mirada de un ojo que llora
El tiempo se acorta
la aguja se angosta
¡No más dolor en la sangre
ni en el corazón de todo ser humano
que siente y desea detener
ser aplastado por una nueva dictadura inhumana!
William Gonzales Pérez
mayo - 2011